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Dichoso el que se apartó del mal consejo,
el que disfruta de la Palabra como un niño.
Terminará bien toda obra que emprenda
y las ramas de su árbol no se caerán.
Los maléficos caerán al primer viento fuerte,
en el juicio final serán fantasmas sofocados.
El Señor sabe que carretera tomó cada uno,
la senda malvada es extensa y finita.
De la antología “Las sotanas de Satán”
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