viernes, 6 de mayo de 2016

Salmo 74

Dios necesita purificar a su propio rebaño,
como parte de la herencia, de la salvación en sí.
Los contrarios tienen sus días y horas contados
y el daño que causan permanece bajo control.

Una parroquia quemada no es un alma desatendida.
El único profeta del final será la Escritura misma.
Nadie se burlará por siempre del nuevo pacto.
La aflicción en el justo es aseo, madurez y humildad.

 




(24) Al himnario del Salvador
(un poema a cada salmo de la Sagrada Escritura)
http://alhimnariodelsalvador.blogspot.com

De la antología “Las sotanas de Satán”


No hay comentarios:

Publicar un comentario