No tengas piedad de los demonios que te atormentan,
mediante el ayuno el Espíritu los expulsará.
Dios, agranda y fortalece los cancioneros piadosos.
El chofer de mi azarosa embarcación es el Crucificado.
Al inconverso lo atrapará su propio enrejado.
La posteridad del malvado es la condenación y el lamento.
El que persigue al débil chocará con una roca.
Bendecir siempre y no maldecir es la instrucción.
(24) Al himnario del Salvador
(un poema a cada salmo de la Sagrada Escritura)
http://alhimnariodelsalvador.blogspot.com
De la antología “Las sotanas de Satán”
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