domingo, 8 de mayo de 2016

Salmo 103


Mi espíritu, alma y cuerpo te ensalzan.
Él es el único y suficiente perdonador y purificador.
Por sus llagas fuimos sanados, restablecidos.
Él rejuvenece, da energías y un propósito.

Moisés, los profetas y sacerdotes fueron la antesala.
Se requiere de obcecación para exasperar al Padre.
El Padre es generoso con los fieles a su Hijo.
El que hace de la Palabra su obra es un elegido.

 





(24) Al himnario del Salvador
(un poema a cada salmo de la Sagrada Escritura)
http://alhimnariodelsalvador.blogspot.com

De la antología “Las sotanas de Satán”


No hay comentarios:

Publicar un comentario