viernes, 6 de mayo de 2016

Salmo 65

La cosecha fue tan fructífera como lo fue la siembra.
Dios es quien golpea la puerta del alma caída.
La meta culmen es ser saciados por el Espíritu Santo.
Tú afirmas las montañas, la fe y las bendiciones.

El que teme a Dios con sabiduría prosperará.
El río de Jesús riega la tierra y al ser humano.
En la hora del balance somos lo que sembramos.
El verde prado no es un retoño de la casualidad.

 




(24) Al himnario del Salvador
(un poema a cada salmo de la Sagrada Escritura)
http://alhimnariodelsalvador.blogspot.com

De la antología “Las sotanas de Satán”


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