domingo, 8 de mayo de 2016

Salmo 145


Te cantaré desde hoy y por la eternidad.
El único digno de recibir plegarias y bailes
es el Verbo encarnado, Jesús de Nazaret.
En todas las generaciones se reconoce tu majestad.

En la gloria de tu Palabra meditaré tus obras.
Las bendiciones de los hijos son el testimonio.
Al clemente Creador le cuesta mucho enojarse.
El único refugio del oprimido es el Nazareno.






(24) Al himnario del Salvador
(un poema a cada salmo de la Sagrada Escritura)
http://alhimnariodelsalvador.blogspot.com

De la antología “Las sotanas de Satán”


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