sábado, 7 de mayo de 2016

Salmo 84


Cuan dulce es el sofá de la casa del Padre,
que hermoso es llorar y orar en la capilla.
Le cantaré al Dios vivo con un corazón de fuego.
Hasta las flores y aves son alimentadas por su amor.

Dichoso es el que confía ciegamente en el Nazareno.
La vía a la morada eterna posee muchas espinas.
Dios está muy atento a las plegarias de los suyos,
de aquellos que buscan la cara del León de Judá.











(24) Al himnario del Salvador
(un poema a cada salmo de la Sagrada Escritura)
http://alhimnariodelsalvador.blogspot.com

De la antología “Las sotanas de Satán”


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