viernes, 6 de mayo de 2016

Salmo 30


Me escabullí de las socarronerías de los impíos,
de la enfermedad me sanaste cuando fue preciso.
Extrajiste mi alma en medio del airado incendio.
No haré nada que enfade al Dios Todopoderoso.

Con la sangre preciosa mi ataúd posee mucho sentido.
Transformaste mi tragedia en sana alegría y jolgorio.
Es abyecto dejar de alabar al Salvador de la humanidad.
En ese viernes santo la muerte fue vencida.










(24) Al himnario del Salvador
(un poema a cada salmo de la Sagrada Escritura)
http://alhimnariodelsalvador.blogspot.com

De la antología “Las sotanas de Satán”


twitter.com/evangelico_soy

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