viernes, 6 de mayo de 2016

Salmo 32


Después de arrepentirme y suplicar por su perdón,
me siento como una pluma o un reo absuelto.
Postergar la confesión es un sufrimiento estéril,
y la desertificación del alma es el alimento matutino.

En medio de la balacera Él te guardará.
Tú eres mi profesor y mi linterna en la noche.
No me comportaré como el asno, sin comprensión alguna.
El contentamiento del recto de corazón es incesante.



(24) Al himnario del Salvador
(un poema a cada salmo de la Sagrada Escritura)
http://alhimnariodelsalvador.blogspot.com

De la antología “Las sotanas de Satán”


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