Jerusalén es la capital formal del reino de Dios.
La nueva Jerusalén está a la vuelta de la esquina.
En un terremoto fuerte Él mismo es el rescatista,
porque Él es el socorro primero en las aflicciones.
De la ciudad de Dios se desprenden cataratas y ríos
de bendiciones y misericordias para el rebaño.
Cristo es el centro, limpia lo que le rodea,
y repleta de prodigios y milagros lo que toca.
(24) Al himnario del Salvador
(un poema a cada salmo de la Sagrada Escritura)
http://alhimnariodelsalvador.blogspot.com
De la antología “Las sotanas de Satán”
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