Señor, líbrame de los que anhelan despedazarme;
he procedido correctamente, según tu ley,
y si no es así que me pisoteen entero.
Que mi probidad sea ensalzada en la persecución.
Dios es un amparo personal en el recto de corazón.
De los arrepentidos es el reino de los cielos.
La ira santa golpea al que insiste en la infamia.
Cava su propia fosa el
transgresor pertinaz.
De la antología “Las sotanas de Satán”
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