Confío ciegamente en la coraza de Dios Padre,
los tenebrosos preparan su artillería e iracundia
en contra de los que proceden correctamente.
Este es un mundo sin ley y el justificado clama.
Desde la cima del cielo Dios los cata a todos
y sabrá claramente quien es quien en la hora cero.
A los redimidos los pone a prueba y los limpia
y el fuego y el azufre son el destino del despectivo.
De la antología “Las sotanas de Satán”
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