Cantémosle a la Santa Trinidad en la parroquia,
calles, hogares, cárceles, hospitales y prados.
Cada ser reconocerá sus milagros y proezas.
La alabanza al eterno Dios será inmortal.
Que cada guitarra y batería le alabe,
que cada flauta y pandero le alabe.
Todo lo que respire enaltezca al Redentor.
Que absolutamente toda canción sea sólo para él.
(24) Al himnario del Salvador
(un poema a cada salmo de la Sagrada Escritura)
http://alhimnariodelsalvador.blogspot.com
(un poema a cada salmo de la Sagrada Escritura)
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De la antología “Las sotanas de Satán”